La computación cuántica dio otro paso
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Domingo, 2 Noviembre, 2008
La revolución industrial que comenzará en menos de diez años con la computación cuántica, ha dado otro paso en lo que México sigue discutiendo si la participación de capitales privados en la industria petrolera, tal como preveían en 1939 las leyes del presidente Lázaro Cárdenas, son traición a la patria. Por qué habrían de serlo es un misterio más profundo que la superposición de estados en el electrón, base del lenguaje en la próximas computadoras.
Un equipo de la Escuela de Ingeniería en la Universidad de Princeton, Estados Unidos, ha conseguido resolver un problema para la computación cuántica. Si la base de la memoria en nuestras computadoras es el bit: 1 ó 0, hay o no hay electricidad en un puerto de un transistor, el qubit será la base de la memoria cuántica: 1 y 0 al mismo tiempo, en superposición de estados, un puerto donde hay y no hay, simultáneamente, paso de corriente. Es más fácil entender la superposición de estados en el electrón que la mente de los pejistas que se oponen, ya únicos sobre la corteza terrestre, a la inversión privada en refinación, aunque compremos el 40 por ciento de la gasolina a refinerías privadas y extranjeras que, si se instalaran en territorio nacional, darían empleo a mexicanos, además de reducir costos al consumidor.
El equipo de canallas extranjeros que harán obsoletas nuestras compus antes de que tengamos nuevo presidente en la Presidencia (y será del PRI, gracias al trabajo de zapa urdido por López Obrador, ese priista infiltrado) ha logrado guardar información en el núcleo de un átomo. Peor vileza no se puede imaginar: ¿cómo quieren que compitamos contra eso? Y se regodean en sus imperialistas publicaciones: “Este asombroso avance es un paso clave en traer a la existencia una computadora cuántica: un dispositivo basado en la teoría fundamental de la mecánica cuántica que podrá atacar problemas irresolubles para la actual tecnología”.
En el mundo cuántico, objetos subatómicos logran existir en múltiples estados de forma simultánea: “Esto es, pueden, literalmente, estar en dos lugares a la vez o poseer un número de propiedades de otra forma mutuamente exclusivas”.
Más claro: en computación cuántica cada elemento de información, o qubit, “puede tener más de un valor a la vez, al contrario dela tecnología actual que está limitada a tomar valores 1 o 0, pero no ambos a la vez”. El poder de procesamiento de datos se multiplicará por miles. Todas las claves bancarias y otras medidas de seguridad deberán cambiarse porque si hoy resultan seguras es por-que nuestras más poderosas computadoras tardarían 100 mil años en romper ciertas claves. Pero la computación en qubits las resolverá en minutos o segundos. Adiós seguridad nacional de las potencias si una sola consigue esta tecnología.
Había un problema: la superposición de estados es de enorme fragilidad. Un electrón la posee mientras no haya ninguna observación ni, tampoco, posibilidad de observación. ¿Cómo aislar un qubit para que conserve su información mientras, al mismo tiempo, interaccione con el mundo exterior para que sea manipulado y medido?
“El equipo, con científicos e ingenieros de Oxford y Princeton, así como del Lawrence Berkeley National Laboratory, reportó una solución al problema en la revista Nature del pasado 23 de octubre”: un invento híbrido que emplea un electrón y el núcleo de un átomo de fósforo empotrado en un cristal de silicón. “Dentro del cristal el electrón es más de un millón de veces mayor que el núcleo [sic], y posee un campo magnético miles de veces más fuerte”. Esto hace apropiado al electrón para su manipulación y medida, pero no muy bueno para almacenar información, pues ésta se destruye fácilmente.
“Aquí es donde interviene el núcleo atómico: cuando la información en el electrón está lista para almacenarse, se lleva al interior del núcleo donde puede sobrevivir por tiempo mucho más largo”, entre 1 y ¾ de segundo: suficiente y excedido para su procesamiento.
No se han preguntado los investigadores si realizar eso con capital privado merezca la silla eléctrica. Aquí será la pregunta. Pero no nos preocupemos: las qucompusnos llegarán de allá, donde la pregunta ni siquiera tiene sentido. Aquí nos limitaremos a comprarlas, y de a fuerza, porque un banco sin ellas será vaciado en segundos y sin armas ni habilidades circenses para entrar a sus bóvedas.“Con el cristal del laboratorio de Berkeley estuvimos encantados de ver que los tiempos de memoria excedían el umbral” para ser procesada la información, dice Steve Lyon, líder del equipo de Princeton. Antes de este avance, no se había logrado preservar la información cuántica sino por unas pocas decenas de milisegundos
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